
El sistema financiero mexicano se prepara para un cambio fundamental en la gestión de la seguridad de las transacciones digitales. A partir del 1 de octubre de 2025, todas las instituciones financieras del país estarán obligadas a implementar el Monto Transaccional del Usuario (MTU), una nueva disposición que permitirá a los clientes establecer límites para sus transferencias y pagos. Esta medida, vigente desde junio de 2024 a nivel normativo y que ahora entra en fase de aplicación práctica, busca ofrecer una capa adicional de protección contra fraudes y fortalecer los mecanismos de prevención de lavado de dinero en el entorno de la banca digital.
¿Qué es el MTU y Cómo Funcionará para los Usuarios?
El Monto Transaccional del Usuario (MTU) se define como la cantidad máxima que una persona física podrá transferir o pagar a través de los servicios de banca por internet, banca móvil, banca telefónica (voz a voz y audio respuesta) y aplicaciones móviles. La gran novedad es que este límite podrá ser definido libremente por el propio usuario desde la aplicación del banco o en sucursal.
La flexibilidad es un pilar de esta regulación. Los clientes tendrán la capacidad de modificar este límite cuando lo requieran, aunque para cualquier cambio que implique aumentar el monto, se requerirán al menos dos factores de autentificación de distinta categoría (por ejemplo, huella digital y un código enviado por SMS). Este mecanismo doble busca asegurar que las modificaciones sean realizadas por el titular de la cuenta y no por terceros malintencionados. Una vez que el usuario establezca o modifique su MTU, el banco deberá notificarle la acción.
Protección contra Fraudes y Prevención de Lavado de Dinero
Una de las principales motivaciones detrás de la implementación del MTU es la protección del usuario contra el fraude. Al establecer un límite, incluso si un delincuente logra acceder a una cuenta, solo podrá sustraer una cantidad limitada de dinero por operación, reduciendo el impacto de un posible robo. Más allá de la protección directa al cliente, el MTU también es una herramienta clave en la prevención y detección de lavado de dinero y actividades de procedencia ilícita.
Los bancos utilizarán el MTU como un “insumo para la detección de eventos que se aparten de los parámetros de uso habitual”. Esto significa que si el patrón de transacciones de un usuario excede significativamente su límite establecido o su historial de gastos, el sistema bancario podrá generar alertas, investigar la situación y, si es necesario, solicitar aclaraciones. Esta vigilancia busca identificar operaciones sospechosas y fortalecer la integridad del sistema financiero mexicano. Es importante mencionar que las cuentas bancarias de Nivel Uno, con su límite de aproximadamente $6,000 pesos, no estarán sujetas a esta disposición.
¿Qué Sucede si el Usuario No Establece un Límite?
Para aquellos clientes que no establezcan un MTU de forma personal, la institución financiera no los dejará sin protección. El banco tendrá la facultad de establecer un límite predeterminado, basándose en el historial de operaciones monetarias del usuario o en perfiles transaccionales de clientes con características similares. Generalmente, este límite será de 1,500 UDIS (Unidades de Inversión), lo que equivale aproximadamente a $12,807 pesos mexicanos (considerando el valor actual de la UDI).
Esta determinación del banco será notificada al cliente, y al igual que con los límites definidos por el usuario, surtirá efecto al día siguiente de la notificación. En resumen, a partir del 1 de octubre de 2025, el MTU será una realidad ineludible en la banca mexicana, buscando equilibrar la comodidad de las transacciones digitales con una seguridad robusta y una mayor capacidad de detección de actividades ilícitas.