
El Banco de México (Banxico) ha decidido reducir en 50 puntos base su tasa de referencia, situándola en un 9.00%, con efectos a partir del 28 de marzo de 2025. Esta decisión fue tomada de manera unánime por la Junta de Gobierno y responde a la necesidad de continuar con el proceso desinflacionario en el país.
Según el informe de Banxico, el objetivo de la política monetaria sigue siendo alcanzar una inflación del 3% para finales de 2026. La reducción de la tasa de referencia del Banco de México busca mantener una postura monetaria restrictiva mientras se ajusta a los desafíos económicos actuales.
Factores clave en la decisión de Banxico
La Junta de Gobierno de Banxico evaluó distintos factores antes de implementar esta medida, entre ellos:
- Tendencia de la inflación: La inflación general se ubicó en 3.67% en la primera quincena de marzo, mientras que la inflación subyacente alcanzó 3.56%.
- Condiciones económicas globales: La incertidumbre por cambios en las políticas comerciales internacionales y la influencia de eventos globales en la economía mexicana.
- Pronósticos de inflación: Se espera que la inflación converja al 3% en el tercer trimestre de 2026, lo que justifica una calibración gradual de la política monetaria.
Impacto de la reducción en la tasa de referencia
La decisión de Banxico tendrá un impacto directo en distintos sectores económicos:
- Tasas de interés: La baja en la tasa de referencia podría traducirse en menores tasas de interés en créditos y financiamientos, incentivando el consumo.
- Rendimiento de inversiones: Las tasas de rendimiento en productos financieros también podrían ajustarse a la baja, afectando a los inversionistas que buscan rentabilidad en instrumentos de renta fija.
- Dinamización del mercado: Con menores tasas, se espera un incremento en la demanda de créditos hipotecarios, automotrices y personales.

¿Seguirá Banxico con los recortes?
El Banco de México ha indicado que podría continuar con una calibración gradual de su postura monetaria, dependiendo de la evolución de la inflación y la actividad económica del país. A pesar del recorte actual, la postura sigue siendo restrictiva, asegurando que la inflación continúe descendiendo hacia la meta del 3%.
Con esta medida, Banxico busca equilibrar el crecimiento económico con la estabilidad de precios, en un entorno donde las presiones inflacionarias parecen estar cediendo. La próxima decisión de política monetaria estará sujeta a los datos económicos que se presenten en los siguientes meses.