
American Express está dando pasos firmes para reafirmar y expandir su presencia en el mercado mexicano. Con una serie de anuncios que abarcan desde una renovación estética de sus productos hasta una ambiciosa estrategia para multiplicar sus puntos de aceptación, la compañía busca modernizar su imagen y desmitificar la percepción de ser una tarjeta de uso exclusivo. Estos movimientos, sumados a la activación de atractivas promociones de bonificación y puntos dobles, señalan una ofensiva por parte del gigante financiero para consolidarse como una opción versátil y de amplio alcance para los consumidores mexicanos.
Renovación Estética: Las Tarjetas Aeroméxico Visten Nuevo Logo
La primera de las novedades llega de la mano de su alianza con Aeroméxico. Las tarjetas de crédito American Express Aeroméxico Azul, Oro y Platino han sido rediseñadas para incorporar el nuevo logotipo de la aerolínea. Este cambio no solo actualiza la imagen de los plásticos, sino que también realza su atractivo visual. La nueva Aeroméxico Azul y Oro lucen un aspecto mucho más moderno y minimalista, mientras que la joya de la corona, la Aeroméxico Platino, confirma su estatus de tarjeta metálica, un detalle premium que muchos usuarios valoran y que le otorga una sensación de exclusividad y durabilidad.
Esta renovación, aunque estética, es un claro indicador del compromiso de American Express con sus alianzas estratégicas y con la innovación de sus productos, manteniendo la frescura de su oferta en un mercado donde el diseño y la experiencia de usuario son cada vez más relevantes.
Ampliación de Aceptación: La Meta de Estar en “Cualquier Parte de México”
Uno de los mayores desafíos históricos de American Express en México ha sido la percepción (y en ocasiones, la realidad) de una aceptación limitada. Sin embargo, la compañía ha estado trabajando activamente para revertir esta situación. Sus directivos han confirmado que American Express ha multiplicado por ocho el número de comercios que aceptan sus tarjetas en México desde 2017. La meta es clara: lograr que sus plásticos sean aceptados en “cualquier parte de México”, eliminando así la imagen de exclusividad que la confinaba a ciertos establecimientos.
Esta expansión se ha logrado a través de un modelo híbrido que combina la fuerza de ventas propia de American Express con alianzas estratégicas con bancos, fintechs y agregadores de pago. Iniciativas como el programa “OptBlue” están diseñadas específicamente para facilitar que pequeñas y medianas empresas puedan aceptar sus tarjetas a través de una única terminal. Este enfoque inclusivo busca atender a un segmento empresarial más amplio y democratizar el uso de American Express, llevándola a comercios de todo tipo y tamaño en el país.